La experiencia de cada madre con la lactancia materna es diferente. Tanto si es tu primer bebé como si eres una madre experimentada, cada bebé es único.

Al nacer, tus pechos producen una sustancia espesa y amarillenta llamada calostro. El calostro está repleto de nutrientes y otras sustancias importantes que ayudan al bebé a empezar a fortalecer su sistema inmunitario. Al principio no habrá mucha cantidad de este líquido, pero la cantidad aumentará gradualmente durante los dos primeros días. La mayoría de los bebés obtienen toda la nutrición que necesitan a través del calostro durante los primeros días de vida.

Cuando empieces a dar el pecho, la succión de tu bebé le dirá a tu cuerpo que empiece a producir leche. Para la mayoría de las madres, esta forma de leche, más fina y blanca, aparece unos tres días después del parto, pero puede tardar más en el caso de las madres primerizas. Puede notar que sus pechos están llenos, duros y calientes. Es posible que tu bebé empiece a querer mamar con más frecuencia en este momento.

La lactancia materna será un proceso de aprendizaje

Tu bebé está aprendiendo a hacerlo:

• Picaporte.
• Chúpate esa. 
• Trágate.

Estás aprendiendo a hacerlo:

• Coloca a tu bebé para alimentarlo.
• Observa y sigue sus señales de hambre.
• Gestionar la producción de leche materna y la salud del pecho.

Hay apoyo para la lactancia y la extracción de leche. Si das a luz en un hospital, puedes tener acceso a una enfermera de lactancia que te enseñe a dar el pecho y te ayude con cualquier problema que puedas tener. También puedes pedir ayuda al proveedor de tu bebé o a grupos locales de apoyo a la lactancia.

Es normal que tengas problemas para aprender a dar el pecho. Aunque los pechos y los pezones pueden estar sensibles o incómodos, una vez que el bebé está bien agarrado, la lactancia o la extracción de leche no deberían ser dolorosas. A veces, el dolor puede producirse si el enganche es incorrecto, si el conducto galactóforo está obstruido por la leche (conducto galactóforo obstruido), si hay una infección mamaria (mastitis) o si hay otros problemas. Si tienes dolor durante la lactancia, sobre todo con fiebre, habla con tu médico o enfermera para averiguar el motivo.

Fuente: CDC